En el hombre, el sentido del olfato está menos desarrollado que en
muchos animales, quizás porque al contrario que éstos, no depende de él para
buscar alimento, hallar pareja o protegerse del enemigo.
El área de la
nariz humana sensible al olor es de unos pocos centímetros cuadrados, mientras
que en el perro, por ejemplo, recubre la membrana glucosa nasal por completo.
Sin embargo, el
olfato humano es el más sensible de todos nuestros sentidos: unas cuantas
moléculas, es decir, una mínima cantidad de materia, bastan para estimular las
células olfativas.
Los receptores olfativos del hombre se encuentran situados en
la porción superior de las fosas nasales, donde la pituitaria amarilla cubre
el cornete superior y
se comunica con el bulbo olfatorio.
El sentido del olfato permite apreciar el olor de los cuerpos.
No todos los cuerpos poseen olor. Los que lo poseen se llamado ríferos y los que no tienen olor, inodoros.
Para que un cuerpo posea olor es necesario que emita partículas
pequeñísimas que se mezclen con el aire. Esas partículas impresionan las
terminaciones del nervio olfatorio.
El olfato, como vimos, reside en las fosas nasales que son dos
orificios localizados por detrás de la nariz y encima de la boca. Las fosas
nasales están separadas por un tabique cartilaginoso: en su parte anterior y
óseo en la, porción posterior. Se encuentran por debajo de la cavidad craneana
y en su cara externa se advierten tres salientes llamados cornetes superior,
medio, e inferior.
Cada fosa nasal se comunica por una abertura con el exterior. A la
entrada de ellas se encuentran pelos gruesos y cortos. El interior está
recubierto por una membrana llamada pituitaria.
Los principales trastornos son:
- Hiposmia: Es un trastorno del sentido del olfato que resulta en la reducción parcial de la capacidad de percibir olores.
- Anosmia: Es la pérdida del olfato. Uno de los primeros síntomas en su detección es que las personas que la padecen no sienten el sabor de sus comidas y encuentran toda sustancia insípida, por la conexión que tiene el sentido del gusto con el olfato.
- Hiposmia: Es un trastorno del sentido del olfato que resulta en la reducción parcial de la capacidad de percibir olores.
- Anosmia: Es la pérdida del olfato. Uno de los primeros síntomas en su detección es que las personas que la padecen no sienten el sabor de sus comidas y encuentran toda sustancia insípida, por la conexión que tiene el sentido del gusto con el olfato.
Suele pasar por trastornos químicos y, generalmente, por
traumatismos craneales.
- Sinusitis: Ocurre cuando la mucosa de los senos paranasales se inflama.
Algunos de sus síntomas son fuertes dolores de cabeza y fluido constante de secreciones purulentas.
- Sinusitis: Ocurre cuando la mucosa de los senos paranasales se inflama.
Algunos de sus síntomas son fuertes dolores de cabeza y fluido constante de secreciones purulentas.
Usualmente se manifiesta cuando despreocupamos un resfriado.
- Rinitis: Afecta la mucosa nasal y dependiendo de la época, puede ser un síntoma de alergias (en su caso en primavera, puede revelar alergias al polen o el polvo). Ocasiona estornudos, obstrucción, secreciones nasales y, a veces, falta de olfato (temporal).
- Pólipos: Son tumores benignos que aparecen en las membranas de las mucosas cuando están irritadas, generalmente por resfriados frecuentes. Cuando estos obstruyen la fosa nasal o producen dolor, deben ser extraídos mediante una intervención quirúrgica.
- Fatiga olfativa: Consiste en que después de cierto tiempo en la presencia de un tipo de olor dejamos de percibirlo. Es de tomarse en cuenta para evitar accidentes especialmente con el gas que lleva mercaptanos para detectar su presencia.
- Rinitis: Afecta la mucosa nasal y dependiendo de la época, puede ser un síntoma de alergias (en su caso en primavera, puede revelar alergias al polen o el polvo). Ocasiona estornudos, obstrucción, secreciones nasales y, a veces, falta de olfato (temporal).
- Pólipos: Son tumores benignos que aparecen en las membranas de las mucosas cuando están irritadas, generalmente por resfriados frecuentes. Cuando estos obstruyen la fosa nasal o producen dolor, deben ser extraídos mediante una intervención quirúrgica.
- Fatiga olfativa: Consiste en que después de cierto tiempo en la presencia de un tipo de olor dejamos de percibirlo. Es de tomarse en cuenta para evitar accidentes especialmente con el gas que lleva mercaptanos para detectar su presencia.
Al cabo de minutos nos acostumbramos a los olores aunque sean
señal de toxicidad o peligro.
El sentido del olfato no es vital pero es muy importante en nuestro organismo, nos ayuda a percibir olores a una corta distancia, nos ayuda a prevenir olores que puedan dañarnos el cerebro, el sistema nervioso o simplemente el mismo sentido.
ResponderEliminarAhora podré saber más sobre las enfermedades del sentido del olfato, hay mucha información que sirve para saber más, es muy útil, ya he padecido una enfermedad de esas ahora ya me puedo informar más sobre esa enfermedad y muchas otras.
ResponderEliminarYo opino que el olfato nos ayuda a sentir los olores de todo lo que vemos. Este sentido el el menos desarrollado por el hombre. Este sentido esta compuesto por la nariz. Y algunas de sus enfermedades son: pólipos, fatiga olfativa y rinitis
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